Una madre lee a su hijo en un libro Wonderbly personalizado

16 actividades de lectura para niños

Demuestra a esos peques que tanto quieres que la hora del cuento puede ser todo juegos y diversión con esta lista de actividades de lectura para niños y niñas. Tanto si te gusta cocinar cosas locas, como interpretar personajes, inventar tu búsqueda del tesoro, o enseñar a los peques a jugar con las palabras, aquí tienes 15 ideas de actividades de lectura para niños… ¡Porque tú puedes hacer que les guste leer!

Leer en voz alta

Parece fácil, casi obvio, pero te sorprendería cuánta gente no sabe lo importante que es ponerle un poco de emoción a la hora del cuento. ¡Imita las voces de los personajes! ¡Crea un ambiente acogedor! Invita a otras personas a participar y convierte así el momento de leer en un auténtico placer y en todo un acontecimiento. Tenemos muchas ideas (y seguro que a ti también se te ocurre alguna) para conseguir que esta actividad de lectura para niños sea especialmente divertida.

La fabulosa búsqueda del tesoro

Vas a necesitar: un bolígrafo o lapicero, papel, muchas ideas, algunos objetos valiosos (para ellos).

Inspírate en los detectives más populares y demuéstrales lo importante que es saber leer para resolver problemas y acertijos. Esconde en distintos sitios de la casa alguno de sus peluches, sus muñecos preferidos, un dulce que les guste o ese nuevo juguete que lleva a todas partes. Luego, escribe unas pistas para que los encuentre y pídeles que las lean. Pueden ser todo lo sencillas o complicadas que quieras, teniendo siempre su edad en cuenta. Por ejemplo: “Busca entre los zapatos” o “Está cerca de la última ventana de la casa en la que se pone el sol”.

Un niño y su libro personalizado de Wonderbly

Un día basado en un libro

Inspírate en tus cuentos preferidos (o en los de tu peque) y recrea su historia y ambiente durante un día entero. Por ejemplo, aquí tienes algunas ideas de actividades para “Charlie y la fábrica de chocolate”: disfrazarse de los distintos personajes, organizar una búsqueda del tesoro para encontrar el billete dorado, preparar un rico postre de chocolate o hacer barbas, gafas y estrafalarios sombreros. Hay otros cuentos que dan mucho juego, como “Alicia en el país de las maravillas”, “Harry Potter” o “Los 3 cerditos”.

Regalar cuentos a diestro y siniestro

Sorprende (y emociona) a amigos, familiares y seres queridos sugiriéndole a tu peque que les regale un cuento. Depende de la edad que tenga, puede escribir una breve historia fruto de su imaginación e ilustrarla con dibujos aquí y allá, o bien o bien hacer una llamada de teléfono o una videollamada y que el niño o la niña les lea una parte de su cuento especial. Aviso: lágrimas garantizadas.

Manualidades para crear sus personajes preferidos

Haz que los mejores amigos de ficción de tu hijo/a cobren vida haciendo unas máscaras (o accesorios, como bolsos, gafas y sombreros) de sus personaje preferidos. Primero, léele el cuento en cuestión para refrescarle la memoria y después, pídele que haga una lista de las características más importantes: ¿de qué forma y color es la máscara?, ¿cuántos ojos tiene?, ¿lleva el personaje gafas o sombrero? La idea es que den rienda suelta a su imaginación y que luego se pongan lo que han hecho y vuelvan a leer el cuento, ¡así se meterán de lleno en la historia!

Adivinar la palabra secreta

Vas a necesitar: un diccionario, tarjetas, lapiceros o bolígrafos.

Aunque parezca un poco más “académica”, esta actividad puede ser un ejercicio divertido si hay premios en juego. Escribe en cada tarjeta una palabra que tu peque conozca y pon todas las tarjetas en un cuenco, cubo o sombrero. Pídele que elija una tarjeta y te diga cuántas letras tiene la palabra que le ha tocado. Después, hazle todas las preguntas que quieras hasta adivinar de qué palabra se trata. Si quieres que sea más difícil, dile que solo puede contestarte “Sí” o “No”. Ejemplos de preguntas: “¿está vivo?”, “¿tenemos uno en casa?”.

Scrabble (con un pequeño giro de tuerca)

Olvídate de las reglas del juego y del tablero y usa las fichas del Scrabble para inventarte algo más libre. No es necesario que las palabras que forméis tengan un número determinado de letras. Dale muchas fichas a tu cerebrito (sobre todo vocales) y pídele que cree tantas palabras como pueda con esas letras. Mientras tanto, tú debes hacer lo mismo. Escribe una lista con las palabras de cada uno a ver quién consigue hacer más, ¡y que gane el mejor!

“Cocinar” un libro

Es una de esas ideas de actividades para niños que solo tiene deliciosas ventajas: la primera es que vamos a recrear el festín de un libro; los manjares de “Alicia en el País de las Maravillas”, los dulces de “Charlie y la fábrica de chocolate” o el pastel de chocolate de Matilda serían buenos puntos de partida. La segunda es que hay que leer una receta y seguir sus pasos, ¡viva la comprensión lectora! Y la tercera es que, además, ¡luego te puedes comer lo que has cocinado! Lo dicho, todo son ventajas.

Cadáver exquisito para niños

Vas a necesitar: lapicero o bolígrafo y papel.

¿Sabías que esta técnica literaria la inventaron los surrealistas? Se trata de un juego de creación colectiva al que seguramente jugaste en tu infancia, así que es el momento de enseñárselo a las nuevas generaciones. Es bastante fácil: cada participante (dos o tres jugadores es lo ideal) se turna para escribir unas líneas de una historia breve en un papel, que se va doblando cada vez para que los demás no vean el texto. Lo mejor es seguir una estructura que empiece por “el principio” y siga sucesivamente con “y después” para tener un hilo cronológico. Cuando se decida llegar al “fin”, el grupo despliega la hoja y lee el cuento tan gracioso que habéis hecho entre todos.

los niños y su libro personal Wonderbly

La rayuela de letras

Vas a necesitar: tiza, un suelo que se pueda limpiar, varios jugadores, mucha energía.

¡Seguro que conoces este juego! Pero le vamos a dar una vuelta… Con una tiza de colores vivos, dibuja en el suelo cuatro cuadrículas (una para cada jugador) de 7 cuadros cada una, es decir, 3 filas de 2 cuadros y, finalmente un solo cuadro en uno de los extremos, en el medio. A continuación, escribe varias letras en cada cuadro hasta completar todo el abecedario. Vete diciendo palabras en voz alta y los niños tienen que saltar a los cuadros correspondientes en el orden correcto para ir “deletreando” cada palabra. Si una palabra tiene letras duplicadas, basta con dar dos saltos en el mismo cuadro. Pon un límite de tiempo si quieres que sea un poquito más complicado.

Teatralizar cuentos

Elige alguno de los libros que más lee y léeselo una vez más. Después, siéntate cómodamente y pídele a tu peque que lo interprete para ti. Dile que busque o haga ropa para disfrazarse o atrezo para que sea más creíble. Puedes invitar a algunos amigos para que representen a otros personajes. Invita también a tus seres queridos como público y, ¡que empiece el show! (Recuerda grabar este momento estelar para la posteridad). And the Oscar goes to…

Veo, veo… ¿Qué ves? (Versión 2.0)

Se trata de un juego muy famoso entre los niños de distintas culturas y generaciones. En este caso, vamos a darle una vuelta de tuerca y, en lugar de decir siempre por qué letra empieza el objeto que los demás han de adivinar, usaremos otras pistas, como el color del objeto. Si jugamos fuera de casa, por ejemplo cuando estamos de compras, podemos decir cosas como “veo tu bebida preferida que empieza con la letra ‘z’”, o incluso ir más allá y utilizar rimas: “veo algo a tu lado que rima con “pato”. Las opciones son infinitas y puedes adaptar las adivinanzas a cada niño/a.

Voces graciosas

A todos nos hace gracia cuando alguien imita la voz de una persona o un personaje, pero esta actividad de lectura para niños y niñas no es exactamente igual. En lugar de poner una voz rara para imitar a un personaje, intenta aplicarla a una palabra. Así, cada vez que aparezca dicha palabra, debes leerla poniendo esa voz. Eso hará que tu peque se divierta buscando la palabra cada vez que pases una página. Dependiendo del cuento, puedes hacer lo mismo con expresiones o palabras más complejas.

Acabar el cuento a su manera

Hay libros tan buenos que no quieres que se acaben y, gracias esta actividad, ¡eso es lo que pasará! Cuando llegue a la última o penúltima página, pregúntale qué cree que harán los personajes después y ayúdale a inventar la secuela de ese cuento. Anima a tu peque a escribir otras aventuras que leeréis luego juntos una y otra vez. Es una forma excelente de ampliar no solo su librería, sino también su vocabulario y su imaginación, ¡todo en uno!

Una madre lee a su hijo en un libro Wonderbly personalizado

Libros para deletrear

Vas a necesitar: papel, bolígrafo o lapicero, tijeras y grapadora.

Es lo que se llama folioscopio, pero vamos a darle un uso distinto: en lugar de hacer un libro de imágenes en movimiento, haz un par de libros (o varios) que tengan una letra en cada página. Si no sabes dónde conseguir un folioscopio con las páginas en blanco, no pasa nada, puedes hacer el tuyo cortando varias hojas en trozos iguales más pequeños y grapándolos entre sí. Dichos libritos de letras son lo que tu pequeño lector usará para ir deletreando las respuestas a las preguntas que le hagas. Le puedes pedir, por ejemplo, que deletree alguna palabra (empieza por algo sencillo y vete aumentando la dificultad poco a poco). O pregúntale cosas como: “¿qué has desayunado hoy?”. Esta actividad es, en realidad, un ejercicio con el que aprenden a reflexionar y concentrarse sin darse cuenta, divirtiéndose. Y, como sabes, no hay ninguna forma de aprender mejor que esta.

Dibujar una escena de un cuento

Es, literal y exactamente lo que parece. Esta actividad de lectura para niños requiere aplicar un pensamiento creativo y se puede hacer aunque el niño o la niña todavía no dibuje bien. Es mejor que elijas un cuento que no esté ilustrado, para que visualice las imágenes del libro en su cabeza mientras lo lee. Imagínate a Jack, subido a la mata de habichuelas, asomándose entre las nubes frente a una puerta gigante… Recuerda volver a leer las partes más importantes de la historia tantas veces como sea necesario para que recuerde todos los detalles bien.